Queridas majestades,
Este año no me merezco nada. No me he portado mal, pero tampoco he hecho nada por ser bueno, he sido simplemente yo y yo no soy perfecto. Se me ha removido el alma al ver cuanta desgracia me rodea, pero si he tenido oportunidad de hacer el bien no la he visto y lo que creo que es aún peor… no la he querido saber mirar.
Podría mentir enumerando mis pocas virtudes. Podría mentir adornándolas y haciéndolas mucho más grandes de lo que son.
Aun con todo este año ha sido un gran año, me atrevería a decir que el mejor de mi vida. He sido tocado por la Fortuna, por la Gracia y … no sé por qué más pero este año he tenido una gran suerte. He encontrado el mejor de los tesoros, ese que reside dentro, dentro de las personas. He conocido a una chica que es todo lo que a mí me gustaría ser y que me trata como ni yo mismo lo he sabido a hacer. 
Cada día con ella es una aventura y un regalo. Vivo cada instante como si fuera el último y procuro darla cada uno de mis pensamientos y hasta el último de mis besos. 
En fin no quiero aburrir a sus atareadas majestades con mis más de mil detalles y formas de expresar que lejos de tocar la perfección ella es infinitamente para mí, perfecta.
Solo quisiera pedirles, de toda la lista que había planteado a principios de año un único regalo de todos los que se me habían ocurrido. Acudo a la bondad y sabiduría de sus majestades porque creo que estarán conmigo que ya aun no habiendo sido bueno tampoco he sido malo y por eso “pido” el que para mí es el mejor o al menos el más importante de todos los regalos… No quiero ni riquezas, ni salud, ni fantasías varias, tan solo que mi vida no vaya a mejor, lo que desde mi punto de vista también implica que no vaya a peor, tan sólo quiero que mi vida siga siendo como es, un caos, una imperfección, incluso podría decir que una locura o una duda constante, pero es mi vida y me gusta tal y como está. 
Sonaré a loco y chiflado, lo sé y me da igual, para mi es importante que mi vida no cambie, que tan solo siga su curso y no quiero ser yo quien fomente su cambio, eso ha de hacerlo ella sola.
Sin más dilación acudo raudo a despedirme, sin intención de entretenerles más. 
Un saludo y desde aquí les mando una parte de la felicidad que me acompaña cada mañana cuando abro los ojos y está ella ahí, cuando cada noche cierro los ojos ella, está ahí.
P.S.: Para mí solo pido una cosa, tampoco me siento merecedor de ella, pero ponga lo que ponga su lista ella ha sido buena o por lo menos lo ha intentado con todas sus ganas… ¡Me aguanta a mí…! Por eso imploro que igual no todo, pero espero que debajo de su árbol estén la gran mayoría de las cosas que ha pedido. ¡Se lo merece!
 
¿Te has propuesto publicar más a menudo?
ResponderEliminarEnhorabuena por tu blog!
Muchas gracias, eres muy amable.
ResponderEliminarNo soy escritor, a escribir se aprende viviendo, que hay que escribir sobre lo que se conoce y yo peco de joven y mucho más de no saber de la gran mayoría de las cosas. Así que propondré intentar aprender más sobre más cosas y subir un texto por semana.
Un saludo
Es una pasada, ojala te traigan ese regalo que se ve que es tan importante para ti, escribes de lujo :)
ResponderEliminarun saludo!
Muchas gracias muy amable
ResponderEliminar